<<Div.5 Ataque y Defensa>>


Capítulo 32.
Llenar la mente teniéndola vacía

Uno mismo es su mente y su cuerpo. Cuando se vacía y se llena tu cuerpo, lo debes relajar completamente, borrando toda fuerza innecesaria y llenándolo con la vitalidad viviente. Y cuando vacías y llenas tu mente, debes de borrar todo tipo de pensamientos ociosos y pasiones adjuntas y llenarla solamente con la propia convicción de que puedes ganar al oponente. No debes temer nunca nada en ningún caso. No importa si has alcanzado una vida o una muerte, no es nada más de lo que es, y el temor tampoco se requiere. Si no has sido matado aunque hayas fallado en kyorugi estarás deshonroso y avergonzado, pero el temor no será útil. Este sobrecrecido temor hace que tu mente no pueda ser totalmente vaciada ni totalmente llenada, así es el temor que rompe la calma de tu mente. Este temor tuyo es reflejado en el ser del oponente. Para borrar este temor completamente tienes que hacer un TAEKWONDO perfecto.

Solamente cuando tienes éxito al borrar completamente tu temor, es posible practicar Taekwondo en la completa unión del mundo y tu. Por eso, el hombre Taekwondo nunca teme ni le preocupa nada, sino que delibera, planea, gana y se armoniza con ello. Hay un error predominante de la mente no temerosa. Es la confusión entre la convicción de que puedes vencer al oponente y la obsesión de que lo quieres vencer, así, tienes que ganar al oponente. Una convicción difiere de una obsesión. Una obsesión tiraniza a tu mente, porque ello es meramente un temor camuflado, mientras que una convicción sólo hace tu mente estar cómoda y libre sin restricción. Esto es la verdadera totalidad vacía.

Cómo puedes obtener la convicción de que puedes vencer al oponente cuando le encares? Lo puedes conseguir por la confirmación y la seguridad de que eres más fuerte que él. Entonces, cuál es la base de esta confirmación y seguridad? Es solamente tener claro de que tu todo es más fuerte que el del oponente aunque pienses que él puede ser más agresivo que tu, o su nivel puede aventajar al tuyo, o que su potencia pueda ser superior a la tuya. Esta fortaleza es la espada irrompible que puede estar hecha de la propia fortaleza en dureza y dificultades. Solamente la propia fortaleza hace que no importe si puede ser la fortaleza de la mente o del cuerpo. Que tu todo es fuerte se puede obtener cuando toda tu vida cambia desde disciplinas trascendentales hacia la sinceridad y positividad.

La verdadera propia seguridad también se obtiene cuando encuentras infinitas posibilidades después de continuas autoenseñanzas. El coraje, que viene sin esta confianza y convicción de entrenamientos y ejercicios, puede no ser verdadero. La actitud mental correcta de uno no puede ser sin la exacta observación de cómo es ésta, y este hecho te muestra un aspecto actual del verdadero coraje del hombre Taekwondo. Es la concordancia de la realidad y la obligación, el nombre con el que se llama a la "Sinceridad". Si tu mente, vaciada con coraje, no ha sido llenada con sinceridad, no podrás obtener nada aunque no pierdas nada. Un tigre también da lo mejor de si mismo aunque persiga a un mero conejo. El coraje, si no viene de la seguridad basado en el entrenamiento sincero, no es nada más que la propia arrogancia, que lleva a todo el mundo al infortunio.

El hombre Taekwondo fuerte piensa en las maneras correctas, actúa con moralidad y se entrena a si mismo con Taekwondo sinceramente para superar sus propios límites, siempre en su vida. Y él los armoniza a todos ellos. Según esto, cuando él está contra su oponente el oponente se vuelve débil porque pierde la armonía en si mismo, y ésta es también la razón del por qué está en contra de un hombre Taekwondo. El enemigo de Taekwondo no es siempre el oponente sino su vicio. La momentánea todavía actual excelencia de un oponente, que es débil porque está vicioso, es para ser superada por un hombre Taekwondo cuando va más allá de sus propios límites. Esta también es una manera de cómo controlas tu vida conforme el <Do>. El mundo donde el justo no puede ganar es en vano. No es una ironía que la base de la confianza fuertemente asegurada nace del conocimiento de que el mundo es vacío.