<<Div.5 Ataque y Defensa>>


Capítulo 31.
Saber las igualdades de la mente y el cuerpo

Hay tres tipos de control incompleto en Taekwondo cuando lo has conseguido sobre tu oponente; el primero es que consigues el control solamente con la potencia pero no con el nivel; el segundo es que consigues el control con la potencia y el nivel pero no con excelencia; el tercero es que consigues el control aún con excelencia pero sin moralidad; cuando fallas para que te siga con moralidad él seguramente se pondrá contra ti; cuando fallas para que se te rinda con excelencia él seguramente se preparará para otro desafío; y cuando fallas para controlarle con nivel te controlará más tarde.

La causa de todos estos fallos es que uno falla para tener su mente en orden, después falla para tener toda su vida en orden. Por consiguiente, como él no puede manejar su propia vida según el <Do> tampoco puede ganar a su oponente con moralidad, como él no puede mantener su mente y su cuerpo en armonía él no puede ganar a su oponente con excelencia, y como él no piensa con todo lo suyo, debido a la división de la mente y el cuerpo, él no puede ganar al oponente con nivel.

Todos ellos convergen en uno, que es el problema de usar la mente. Por eso, aunque el hombre Taekwondo parece consagrarse a si mismo solamente a los movimientos físicos él está realmente más preocupado acerca de controlar la mente. Así ellos dicen que la esencia del estudio de Taekwondo es controlar la mente. Esto es debido a que cuando tu preparas y concentras tu mente tu respiración se relaja naturalmente, la cuál controla los movimientos de tu cuerpo.

Originalmente la mente y el cuerpo pertenecen a uno, así, el cuerpo depende de su mente y la mente no puede existir sin su cuerpo. El cuerpo sin su mente no es nada más que un gran pedazo de carne y la mente sin su cuerpo es una mera ilusión. Por eso nadie tiene dificultad en obtener el control sobre el oponente que es descuidado de los ataques hacia él, y tampoco no hay nadie que se preocupe o tema el enojo del oponente cuyo cuerpo está atado.

El hombre que ha alcanzado lo último de Taekwondo no tiene ninguna duda acerca de este hecho. Porque él experiencia íntimamente en el entrenamiento de la transcendentalidad que su pensamiento es directamente su movimiento y su movimiento no es mas que su pensamiento, según por el cuál él se mueve. Cuando él obtiene la unidad del todo su palabra puede moverse a otra mente sin ningún bonito aparato retórico, su conducta la pueden seguir otros sin ninguna exageración propia y su pose sobrepasa la excelencia del oponente usando el nivel. Solamente el hombre imprudente, con apego a lujosas retóricas, se preocupa si puede o no persuadir a otros y, con apego a la técnica, se preocupa si puede o no conseguir el control sobre su oponente. Esto es debido a que la trivial avaricia en su mente sigue inconscientemente a la mala distinción entre la mente y el cuerpo. Lo que es requerido para superarlo es abandonar el apego inmoderado y vaciar la mente con afirmación.

De acuerdo con el principio de controlar la mente y el cuerpo se puede resumir en uno: debes de tener la unidad de tu vacuidad y tu totalidad y borrar y dibujarte a ti mismo a la vez.